sábado, 16 de junio de 2012

El poeta Aquiles Nazoa y el valor de creer en la amistad, creer en los poderes creadores del pueblo y sobre todo creer en uno mismo








 
"Creo en Pablo Picasso, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra;
creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones,
que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo ,
pero que cada día resucita en el corazón de los hombres,
creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable,
creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa,
creo en la cualidad aérea del ser humano,
configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatíendose
como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo;
creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente
debajo de la almohada de mi niñez;
creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música,
yo que en las horas de mi angustia ví al conjuro de la Pavana de Fauré,
salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma,
creo en Rainer María Rilken héroe de la lucha del hombre por la belleza,
que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer,
creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia,
creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar;
creo en un barco esbelto y distantísimo
que salió hace un siglo al encuentro de la aurora;
su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles,
junto a sus sienes un resplandor de estrellas,
creo en el perro de Ulises,
en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas,
en el loro de Robinson Crusoe,
creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta,
el beralfiro, el caballo de Rolando,
y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero,
creo en la amistad como el invento más bello del hombre,
creo en los poderes creadores del pueblo,
creo en la poesía y en fin,
creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama..."
 Aquiles Nazoa (1920-1976). Periodista, poeta y humorista venezolano. De familia humilde, se vio obligado a trabajar a los 12 años y completar su formación de manera autodidacta. Aprendió a leer francés e inglés. En 1943 se inició como colaborador del diario El Nacional, y de las revistas Élite y Fantoches. En Colombia (1944) participó en la revista Sábado y luego se trasladó a Cuba. A su regreso a Venezuela publicó el libro El transeúnte sonreído, que incluyó dos de sus poemas más recordados Balada pesimista y Anotaciones de un aburrido. En 1940 ganó el Premio Nacional de Periodismo en la especialidad de escritores humorísticos y costumbristas.
En 1950, salieron dos libros suyos El Ruiseñor de Catuche y Marcos Manaure, idea para una película venezolana. Estuvo un tiempo exiliado por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Produjo una gran cantidad de obras como Caperucita criolla, Diez poetas venezolanos contemporáneos, Cuentos contemporáneos hispanoamericanos, Poesía para colorear, El burro flautista, Los dibujos de Leo y Caballo de manteca. Aparte de su labor poética, Nazoa escribió una serie de libros entre los que se cuentan el ensayo Cuba, de Martí a Fidel Castro de 1961; Caracas, física y espiritual; y Humorismo gráfico en Venezuela.  Para 1970 salió Humor y amor de Aquiles Nazoa, una compilación de sus mejores obras, y Retrato hablado de matapalo. En los años siguientes la literatura venezolana se nutrió con trabajos como Venezuela suya, Los sin cuenta usos de la electricidad, Gusto y regusto de la cocina venezolana, Vida privada de las muñecas de trapo, Raúl Santana con un pueblo en el bolsillo, Genial e ingenioso: La obra literaria y gráfica del gran artista caraqueño Leoncio Martínez y, finalmente, Aquiles y la Navidad. Tuvo un programa de televisión titulado Las cosas más sencillas. Además, llevó al teatro varias obras humorísticas con gran éxito.


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